lunes, 7 de junio de 2010

En la calle.

Él se rebozaba sobre sus propio vómitos como un cerdo en el barro. La gente pasaba y nadie entendía nada hasta que un bueno hombre paró.

-¿Que te pasa chico, estás bien?

-Sí, ¿no se nota?

-No. No es muy normal intentar nadar en un mar de bilis.

-No lo hago, solo intento volverlo a ingerirlo.

-¿Como?

-Si, me costó mucho dinero meterlo en mi cuerpo como para que se vaya tan rápido de él.

-No te preocupes, mi bar está lleno.

-¿De alcohol?

-No de vómitos.

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