martes, 31 de agosto de 2010

De puntos lejanos

Dicen lo matemáticos que el camino más corto entre dos puntos es la línea recta. Lo que nunca dicen es como han encontrado esos dos puntos y los han unido con tal línea.

Debo llevar la mitad de la vida dando vueltas y la otra mitad en un bar. En él encontré grandes matemáticos de la vida y filósofos de los números que el teorema básico que regía sus vidas era "a más alcohol,más verdad" y verdad no les faltaba.

Uno de ellos, arquitecto de emociones, siempre decía que durante un tiempo tenía que perderse para encontrar lo que buscaba y esto lo encontraba cuando dejaba de buscar. Yo, afín a mi orden y en busca de la lógica universal, nunca me lo creí, pero verdad no le faltaba.

Y sí, llega un momento en que te pierdes del todo, te dejas guiar por la nada si pensar en el todo y llegas a un puerto, cercano o no, que nunca hubieras pensado amarrar.Allí tocas tierra, te tomas unos vinos disfrutando de ese momento y la vida te regala un momento que se convertirá en un recuerdo y más tarde en historia, tu historia. La que ningún libro escribirá, la que muy pocos sabrán y la que compartirás con quienes o quien tu quieras o ellos te dejen.

Y cuando llega eso, y la recta para unir esos puntos es más cercana al infinito que el camino más corto, aparecen otras maneras de encontrar esa escueta vía: el recuerdo, la certidumbre y la verdad más sincera.

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