lunes, 17 de marzo de 2014

El brum brum se va acabar.

"Jesús murió y a los tres días resucitó"
Eso me dijo un colega como felicitación, yo me lo tomé al pie de la letra.

Análisis:
Dolor fisura pie, tolerable
Dolor quemadas superficiales pierna izquierda; tolerable
Dolor costillas rotas, aguda y más al movimiento o expulsión forzada de aire.
Dolor cervicales, alto. Se agudiza al ponerse uno de pie
Dolor brazo izquierdo, menguando.

Resultado: botón rojo y dosis de Enantyum intravenoso. Mierda doctor, dame más!!! He roto un coche con mi pecho, podría vaciar el botiquín en mi venas y aún me dolería el tórax.

No sé que hora es. Llevo aquí ya un par de días. El doctor ha hecho su trabajo, me drogó. Intento mover la testera pero un dolor punzante en el cuello que me recorre toda la espalda me lo impide; le llaman síntoma post latigazo.

No puedo moverme y me jode. Tengo un tubo que me sale del pecho como el alíen que le salía a Schwarzenegger en desafío tota, encima de molestar es feo. Todo duele y no tengo más dopping hasta la hora de comer.

Una enfermera entra a preocuparse por mis constantes vitales. Me mira con pena, yo le sonrío -tampoco se que más hacer-. 

He conseguido que abran las ventanas de este búnker de bacterias, ahora el aire ya es más fresco, diáfano, suelto. La carga pudiente de la habitación ha bajado casi a mínimos y las sábanas agradecen ser acariciadas por la brisa. Yo sigo oliendo igual de mal. Creo que la mañana de mi renacer no me duché, tenía mucha prisa y apenas desayuné tampoco.
Odio oler mal. Cuando tu propio edor te es ofensivo es que estas jodido. Si se junta el sudor de los sobacos, con el pelo grasiento y los huevos sudados y remojados en gotas de orín el cuerpo de uno puede provocar una emanación digna de cadena de perpetua por delito contra el medio ambiente.

Me traen la "comida". Si, va entre comillas porqué no sé ni si se merece ese sustantivo. Un puré y un trozo de carne. Me da igual, para mi estómago es un boato.
Mastico y recuerdo que llevo dos días sin defecar. No sé como lo haré si no me puedo mover y la última vez que cagué tumbado quedó todo mi cuerpo rebozado de heces. 
Fue una noche juvenil de verano, de esas que terminas desayunando en el mar. Éramos un grupo de futuros investigadores y nuestra curiosidad sobre la gravedad fue a tal extremo que queríamos probar sus efectos sobre los excrementos humanos. La mezcla de pescaito frito y cerveza como desayuno no me sentó bien. y unas fantásticas ganas de cagar se apoderaron de mi intestino. Me tumbe con el culo mirando al cielo y dejé que mi cuerpo hiciera el resto. Sin fuerzas, sin gemidos. El churro se erigió cual espinilla de adolescente antes las uñas de su novia, pero al poco tiempo se derrumbó en pequeños trozos sobre toda mi espalda y  el viento ayudó a polinizar de mierda todo el litoral como si unos chinos cultivaran arroz.
Mierda, ya divago y solo llevo dos o tres días. 
Total, que tendré que levantarme por mis cojones a cagar algún día. Ni con las almorranas como puños sangrientos he tenido tanto miedo a ir al baño!!!

Pasa la noche, pastilla de Lorazepam y me duermo. De momento el culo aguanta.



Análisis:
Dolor fisura pie, superado a falta de contusión de algún visitante.
Dolor quemadas superficiales pierna izquierda, idetectable
Dolor costillas rotas, aguda y más al movimiento o expulsión forzada de aire.
Dolor cervicales, alto. Se agudiza al ponerse uno de pie
Dolor brazo izquierdo, menguando pero sin respuesta a estímulos

Pasan las horas fuera de esta habitación, aquí dentro el tiempo se congela, se detiene por momentos y todo desacelera. Un minuto mío son horas suyas. Una serie es una película, y una película un tragedia griega. Nada ha cambiado. El fondo blanco de la habitación, la delgada sábana blanca manchada de la sangre que supuran mis heridas. Como no, no se ni la hora ni el día que es. Y si es viernes y no estoy en el bar ? Mejor no saber ni el día ni la hora, mejor dejarse llevar.
Llego a la conclusión que aquí el tiempo no es un tesoro sino una carga. Aquí el tiempo no debería existir, debería poder aislarse de la ecuación y quedarse fuera, aislarlo, destruirlo, olvidarlo. Todo debería pasar por ratos y punto. "De aquí un rato te pincho", "te damos el alta hospitalaria en tres o cuatro ratos", "comes en un rato". Todo sería más fácil. Cuando uno entra como enfermo en el hospital debería inyectarle un ácido que convirtiera el tiempo en relativo y en rato, la estancia sería más agradable y menos agónica.

Se me empieza ir el mareo, la cabeza empieza a centrarse y el pipí a mostrar que quiere huir de mi maltrecho cuerpo. Agarro la cuña, emboco mi polla y micciono como si no hubiera mañana. Alimentarse dos días de suero y purés es lo que tiene, líquido. No cagar debe ayudar también.
No veo final a mi meada y la capacidad de almacenaje del recipiente empieza a llegar a su tope. No se si apretar BOTÓN  ROJO y que me traigan otra botella de estas o jugármela. Me la juego. 
Solo dos gotitas terminaron en la sábana, no fue un drama.

Hoy el día será curioso, lo noto. Mi cuerpo quiere ponerse al día de sus deberes. Quiere expulsar todas las drogas que hay dentro de él, quiere luchar contra el dolor. Pues allá vamos.

O no. Al fin llegó la hora. Un pedete húmedo anuncia su llegada, el fin de los días, la rebelión de los hombres de barro. Liberar a Willy grita mi recto. Mis abdominales se contraen como las de los espartanos ante Jerges. Otra ventosidad y estoy muerto.
Pido auxilio a mi amada mujer. Pobrecita, con lo que la quiero y lo que tiene que soportar. Un defecto de fábrica, una tara que ella paso desapercibida hace ya unos cuantos  veranos, una tontería que no se quiso dar cuenta...
Me ayuda a levantarme entre lágrimas, yo le digo que es amor -ante todo soy hombre y nunca lloro por dolor-, ella se emociona y me deja caer. Me cago en mi, en su y en la madre de todos. Volvemos a la rutina y nos mandamos a tomar por culo conjuntamente, muestra de que aún nos queremos. Me recoge del suelo como el que recoge los calcetines después de una sesión de gym. Nos besamos, ni la mierda en la punta de mi culo puede con nuestra pasión.
Me sienta en una especia de silla espacial más incómoda que dormir en la camilla del osteópata. Me conduce hacía el baño. Veo el momento de la verdad, el final de mis males está a punto de llegar.
El mamón que hizo el hospital cogió mal todas las medidas: la silla no pasa. Bueno, pasa rozando. Rozando y con la ayuda de escupitajos en los posabrazos.
Me agarro y me siento en el trono. Antes que ella, mi dulce princesa, salga por la puerta Thor sacude mi culo. Carcajada nerviosa se me escapa, ella me mira y se descojona; soy humano.
Un sin fin de mierda sale por mi culo. No hay cañería en esta isla capaz de absorber tal cantidad de materia fecal. Un no parar, como un churrero en fin de año. Que placer!!! Me deshago.
Toallitas y pa la cama.

Hoy el día ha pasado rápido. En breve me iré para casa.

Y como llega el verano (la primavera me la pasaré en casa) pues eso...Cuña Carmela Pasteles