martes, 31 de agosto de 2010

De puntos lejanos

Dicen lo matemáticos que el camino más corto entre dos puntos es la línea recta. Lo que nunca dicen es como han encontrado esos dos puntos y los han unido con tal línea.

Debo llevar la mitad de la vida dando vueltas y la otra mitad en un bar. En él encontré grandes matemáticos de la vida y filósofos de los números que el teorema básico que regía sus vidas era "a más alcohol,más verdad" y verdad no les faltaba.

Uno de ellos, arquitecto de emociones, siempre decía que durante un tiempo tenía que perderse para encontrar lo que buscaba y esto lo encontraba cuando dejaba de buscar. Yo, afín a mi orden y en busca de la lógica universal, nunca me lo creí, pero verdad no le faltaba.

Y sí, llega un momento en que te pierdes del todo, te dejas guiar por la nada si pensar en el todo y llegas a un puerto, cercano o no, que nunca hubieras pensado amarrar.Allí tocas tierra, te tomas unos vinos disfrutando de ese momento y la vida te regala un momento que se convertirá en un recuerdo y más tarde en historia, tu historia. La que ningún libro escribirá, la que muy pocos sabrán y la que compartirás con quienes o quien tu quieras o ellos te dejen.

Y cuando llega eso, y la recta para unir esos puntos es más cercana al infinito que el camino más corto, aparecen otras maneras de encontrar esa escueta vía: el recuerdo, la certidumbre y la verdad más sincera.

jueves, 19 de agosto de 2010

Festa Major

Las calles tuneadas, la música en la acera, la gente charlando y las barras al aire libre.
Allí te encuentras a todos juntos; perrofláuticos con sus litros, el pijo con su gin tónic en vaso de plástico y muchos compartiendo sus cervezas a un precio razonable, algo raro tratándose de Barcelona. Solo faltaría que te sirvieran una buena copa de vino y lo tendríamos todo.
Y es que esta semana es semana de Festa Major. No es la Patum ni la Mercé. No esta junto al Raval ni Montjuic, no hay caballos ni toros... pero es festa major.
Y es que son fiestas, FIestas de Gracia y como no, allí estaremos.

jueves, 12 de agosto de 2010

un...

Una mirada, una sonrisa, un beso, una caricia, un abrazo.
Una canción, una película, un momento.
Un amanecer, una ducha, un "hasta luego" en lugar de un "adiós".
Un hola, un buenas noches, un buenos días.
Una abrazo, un suspiro, un espamo en tu corazón, un tequiero (si, todo junto)...

Muchas cosas que no se pueden definir y, para mí, sólo se definen un una forma; una canción:




solo escucharla lloro como cuando pienso en la distancia que me separa.

viernes, 6 de agosto de 2010

última llamada

El maldito teléfono no suena. En el mail, ninguno nuevo. No sé nada. ¡Por que no dice nada? Mierda.
Me fumo de la ansiedad de saber y es mi último cigarrito. Bajaré a comprar y volveré cagando leches.

Bajo a comprar. CagüenDios, me he dejado el móvil en casa. Iré rápido, no quiero estar lejos de él. Un paquete de Camel, el tabaco de los gásnters, y dos botellas de Luís Cañas (maldita la vez que me lo presentaron).

Subo corriendo las escaleras, abro la puerta a trompicones y vuelvo a mirar el teléfono. Nada, ni un sms, ni una llamada perdida, ni un simple mail.

Me meo pero me da miedo ir a mear, seguro que cuando toda mi orina salga de mi prepucio me llamará. No aguanto más, voy. Me desabrocho los pantalones, me saco la picha, un poquito de fuerza y ¡¡¡¡zaaas!!!!. Que placer da mear cuando la bufeta apura su capacidad...

Dios, lo sabía. El teléfono empieza a sonar. Maldita melodía única, tendría que haber personificada con todos mis contactos, ahora no sé quien coño es. Ni me sacudo la polla, ni me espero a la última y molesta gota. Salgo corriendo a por él.

-Si?
-Hola, le llamo del servicio de atención al cliente para preguntarle...
-Señorita, vayase a la puta mierda con su empresa y con su servicio!!!

Por un momento tengo remordimientos,ella no tenía la culpa de mi ansiedad.

Cada minuto veo menos provable que me llamé. Abro la botella de vino y empiezo a beber, mi única y cobarde solución.

Entre copa y copa oigo unas ruedas derrapar y un golpe seco. Será otro accidente, típico de este cruce.

Las horas pasan y no hay señales de vida. Me dispongo a beber mi último trago y dormirme...

RRRRRIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINNNNNNNNNNNNGGGGGGGGG

Coño!!será la llamada ella?

-Si?
-Me gustaría hablar con el Señor Mendoza.
-Un servidor. Que sepa que no me interesa comprar nada, estoy contento con la empresa y no tengo trabajo...
-MMM...no. Como se lo digo...Usted conocía a Margot?
-Si claro.
-Usted vive en el cruce de Vitacoras con Alejandro, no es así?
-Sí, por? Que tiene que ver esto con Margot.
-Margot a muerto.