sábado, 18 de febrero de 2012

Sábado mañanero

Me levanto un sábado a las 8 sin necesitar un despertador. A las nueve mi casa ya huele a tostadas y café, amargo y buen café. Enciendo el equipo de música mientrás la lavadora última sus últimas vueltas del centrifugador. Que mejor que unas buenas canciones para levantar el ánimo? Bueno, no todos los ánimos que hay órganos que siguen con sus tradiciones intactas y sus buenos días son de buen agradecer (hablando en términos como la autoestima ).

 El café se consume a pequeñas dosis al igual que las páginas del periódico. Las noticias, como no, no dan alegría alguna. Creo que dejaré mi vicio y me pasaré a la play boy; informado no estaré pero por lo menos saldré más alegre de casa.

Respondo unos correos de los amigos, la familia e incluso de Endesa. Ese último era una factura, pero a saber si el remitente no le haría ilusión recibir respuesta. Miro mis redes sociales dándome cuenta que ayer fue viernes y hoy, sábado, ya nadie está en el trabajo y el muro está más vacío que los tablones de anuncios de ofertas de trabajo del INEM.

Blasfemo contra el cielo y los dioses elisios. Busco el sol como una prostituta una esquina, pero él me esquiva. Abusé de él en verano y lo sabe, ahora me lo cobra con lluvias y viento. Pero que coño, es invierno y es lo que toca.

Saldré a la calle como el abuelo que va en busca de una obra, dejando mi próxima actividad al azar aunque, como buen jugador de naipes, en ella no crea. A ver que me depara un Sábado matinal, a ver que me encuentro. Quizás me pierda con el coche, quizás un amigo tampoco se fuera a tomar unos cortos ayer y compartamos un café y un debate de los sucesos semanales, quizás mi familia me viene a ver (al igual, como están los precios antes les mando a Cuba), quizás me encuentro un libro o quizás me pongo a debatir conmigo mismo la relación entre el alma, el éter y la materia oscura del espacio exterior... No, para eso si que necesitaría alguna ayuda en forma de caldo.

Y es que uno se da cuenta que el tiempo pasa para todos, y para mi también. Mi juvenil cara engaña escondiendo las arrugas tras un imberbe rostro, pero mi cuerpo lo parece. Dónde están esas sobadas de 11 horas, esos eternos días de manta y cama, ese bienestar después de una árdua noche o esa inconsciencia adolescente sin miedo a nada? Pues en el currículum y guardados para las grandes ocasiones, esas que salen una o dos veces al año cuando uno se junta con los amigos, a los que hacía decenios que no les veías, y había mucho que hablar. Pero aún así, notamos como cada segundo de nuestra vida vivida a lo "punk" y su "no future"fue pasado y cambiamos los whiskey DYC por un buen Panadés, las guitarras por pianos y las hamburguesas por ensaladas.

PD: para una buena mañana una buena tracklist:

1- Bob Dylan, tangled up In blue


2- Los Romeos, la vida en rosa

3- Nick Waterhouse, Is that clear


4-Allah-las, Catamaran

5-Ryan Bingham, Southside of Heaven

6- The Killers, When we were young


Espero que disfruten.


1 comentario:

  1. Vaya que sí, yo me voy a dormir a las cinco después de unos Arinsales y a las nueve estoy pensando en mis cosas con unos ojos como ensaladeras. Dónde fue nuestra capacidad de marmotear?! qué rabia la vejez...

    Molan esas cositas musicales que cuelgas. Cómo se hará? misterio. Pero casi mejor yo no cuelgo nada, que mis gustos melómanos nunca se desarrollaron. En general puedo decir que a la mierda la música.

    Buen sábado a todo el mundo!

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