martes, 29 de noviembre de 2011

Perdido

Hace más de un año, cuando vivía en el hermoso Principado de Andorra, me perdía por sinuosas carreteras adentrándome a lo más profundo de sus montañas. Descansaba en cimas de más de dos mil metros, cruzaba prados de un verde difícil de describir y consumía un aire tan puro que hasta dolía al respirar. Visitaba pueblos remotos anclados en otro tiempos, tomaba café en rústicos bares en qué toda la estancia era calentada por una pacífica chimenea aromatizando toda la casa con ese agradable olor a brasa.Veía ríos llenos de gélidas aguas, pantanos congelados o pinares robozados de blanco.

Ahora vivo en una hermosa roca en medio del Mediterráneo, un exilio del estrés. Recorro estrechas carreteras franqueadas por bonitas, a la vez que traicioneras, parets secas. Los prados y los caminos los he cambiado por camins de cavalls y hermosas calas solitarias lejos de esas playas infectadas de veraneantes que tanto odiaba en verano. En lugar de sentarme en un cima me siento al borde una roca dejando que la fría agua salada juegue con mis pies y notando como la incansable brisa marina  acaricia mi cara si ganas de golpear. En lugar de tormentas de nieve me saludan temporales de tramuntana dejando ante mi preciosas imágenes de olas golpenado con fuerza cualquier obstáculo que se encuentren. Ya no encuentro pueblos con sus techos de pizarra ni tengo que parar a poner las cadenas del coche, ahora encuentro bonitas casas de campo barnizadas de blanco con sus techos de color arcilla y restos de poblaciones prehistóricas.

Eso sí, en ambos lugares me pasan cosas parecidas ; mi inconsciencia y mi inquietud me hace circular por caminos que no sé dónde terminarán con la eterna duda de dónde dar media vuelta, salgo corriendo del paso de unos perros (mi temor siempre me hace pensar que ese flacucho animal me devorará como si de una presa de caza de tratará aunque ellos quizás solo quieran jugar) buscando mi refugio motorizado...

La verdad es que con el tiempo  uno se convierte  menos exigente a la vez de decidir donde vivir. Yo pocas veces he decidido dónde vivir el siguiente año, el trabajo lo ha hecho por mi.Por eso, creo que simplemente intento disfrutar de lo que cada lugar me da sin comparar con el anterior. Pero en todos lo lugares siempre me falta alguien, con el tiempo también estará.


2 comentarios:

  1. perdido y encontrado.... :-)
    m'agrada!! molt!

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  2. Encontrado por quién quiero, perdido para los demás...Gracies.

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